Durante las últimas semanas se ha mencionado que las etiquetas de las frutas son comestibles, pero, en realidad que hay detrás de estas pequeñas estampillas, cabe señalar que estas dudas surgen a partir de los cambios en el etiquetado para alimentos en México; donde los consumidores han fijado su atención a dichas estampas pegadas ahora en los alimentos que ingerimos día a día.
Para el caso de los alimentos naturales, tales como frutas y verduras el etiquetado se limita a una pequeña estampilla con un código de barras, sin embargo, debido a su pequeño tamaño, para muchos de nosotros han pasado desapercibidas y posteriormente las hemos ingerido sin darnos cuenta, pero ¿es nocivo para tu salud?
Recientemente, se difundió a través de varios medios, que las etiquetas de las frutas son comestibles, sin embargo, es fundamental que conozcamos la función principal de estas pequeñas estampillas; la Procuraduría Federal del Consumidor, menciona que, las etiquetas de las frutas y verduras proseen un código designado por la Federación Internacional para los Estándares de Productos (IFPS por sus siglas en ingles).
Estos códigos son conocidos como PLU (Price Look Up), y su función es proporcionar información específica, como por ejemplo, su tipo de cultivo, variedad, color, peso, tamaño y región de origen, con el fin de que el consumidor sepa el origen de los alimentos que esta por consumir.
De acuerdo a estos parámetros internacionales, hay tres tipos de códigos que aparecen en las etiquetas, si el código de la fruta es de 4 dígitos, fue cultivada de manera tradicional y con uso de pesticidas, sin embargo, si la fruta tiene un código de 5 dígitos que empieza con el número 9, es un producto orgánico, cultivado sin pesticidas, ni fertilizantes. Por el contrario, si el código es de 5 dígitos y comienza con el número 8, esa fruta está modificada genéticamente.
Rumores en internet aseguran que, las etiquetas encontradas en las frutas son completamente comestibles, esta idea tomo más fuerza a partir de un artículo de la televisora estadunidense HLN; donde afirmaban que este tipo de etiqueta está hecha de papel y pegamento comestible, pero aun así sugerían retirarlas antes de su consumo; por su parte, el título 21 del Código de Regulaciones Federales de Estados Unidos determina que las estampas deben elaborarse con materiales seguros para el contacto directo con alimentos, pero no indica que su consumo sea apto o aconsejable para las personas.
Por otra parte la Consolidate Label, hizo mención a que, cuando una de estas etiquetas están en contacto con la fruta o verdura, los materiales de las mismas cumplen con los parámetros de seguridad alimentaria; sin embargo, esto no significa que estén destinadas para el consumo humano; ahora si bien es cierto que, el consumir una estampilla por error no te hará daño no es recomendable volverlo en un hábito de alimentación, sobre todo en niños pequeños donde corren riesgo por asfixia al momento de ingerirlas.
