La imaginación de nuestros pequeños es infinita, es por eso que, desde nivel prescolar ellos comienzan con la lectoescritura, con pequeños fonemas y con los cuales pueden relatar las más increíbles aventuras, la escritura creativa o espontanea nace con el fin de que nuestros pequeños sean su propio centro de aprendizaje, y el docente educativo o el padre o tutor solo funja como guía.
Tal vez piensen que su hijo o hija aun es pequeño para escribir, sin embargo, la escritura creativa no tiene límites, pues incluso con dibujos o fonemas, los pequeños podrán crear sus propias historias y plasmarlas en un cuaderno. La maestra Brenda Lavín López, coordinadora académica de preescolar en el área de inglés en el Instituto Cumbres explica que es como el balance perfecto entre la guía adecuada de la miss y la independencia del niño.
Lavín López mencionó que, uno de los puntos que se siguen es que la maestra de una instrucción de algún tema de interés, posteriormente se expone el tema y se les pide a los niños un trabajo independiente, en el cual, el pequeño va a crear conexiones.
«La maestra debe ser guía y dar instrucción acerca de lo que hay que hacer. Se les entrega un libro en blanco a los niños en el cual deben diseñar su portada para que ellos puedan pensar, colorear y escribir» mencionó.
Posteriormente, platique con sus niños el porqué de su portada, el porqué de su historia. A partir del segundo grado de prescolar es el momento en que empiezan a agarrar el lápiz de una forma correcta, hay buena motricidad fina y gruesa más desarrollada.
Esta actividad permite acercarse más a sus pequeños, sumérjase en su imaginación, sorpréndase con su capacidad de crear nuevas y fantásticas historias ya que desarrolla la creatividad de sus hijos, y diviértase junto con ellos.
