Creó en Chiapas el ZooMAT y al menos 15 especies de flora y fauna le han sido dedicados.
Zoólogo autodidacta y profundo observador de la naturaleza, Miguel Álvarez del Toro es figura emblemática de la conservación no sólo de México, sino del mundo.
De la prolífica vida de este colimense extraordinario destacan 52 años al frente del Instituto de Historia Natural (IHNEC) del estado de Chiapas, donde con tenacidad dedicó su vida a la conservación de la biodiversidad y creó el sistema estatal de Áreas Naturales Protegidas que incluyen las reservas El Ocote, El Triunfo, La Encrucijada y La Sepultura.
Otro gran legado suyo es el parque zoológico del IHNEC que desde 1980 lleva su nombre: «Zoológico Regional Miguel Alvarez del Toro», o ZooMAT, en Tuxtla Gutiérrez, único en su género por resguardar solo especies de fauna de Chiapas, algunas en peligro de extinción, como el quetzal.
Circunstancias familiares llevaron al joven Miguel a la Ciudad de México, donde convirtió la vicisitud en oportunidad para indagar y prepararse como investigador de la biodiversidad y la conservación de la fauna, lo que desde niño ya practicaba guiado por la intuición, aunque no siempre con éxito.
Algunos libros le aportaron conocimientos teóricos de zoología y guiaron sus primeras incursiones en la taxidermia, bagaje que lo llevaría a convertirse primero en peón del Museo de la Flora y la Fauna Nacionales, y más tarde en subdirector del mismo.
A fines de 1942 se enroló como técnico y taxidermista de un proyecto del gobernador Pascacio Gamboa para fundar un museo natural en aquel estado, y junto con Eliseo Palacios dio forma a los Viveros Tropicales y Museo de Historia Natural de Chiapas.
A la muerte del maestro Eliseo Palacios, Ávarez del Toro asumió la dirección del museo, cargo que ejerció desde 1944 y hasta su muerte, el 17 de agosto de 1996.
Autor de siete libros y coautor de dos más, así como de más de 70 artículos en revistas especializadas, Álvarez del Toro recibió numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales y tres doctorados Honoris Causa: del Colegio de Posgraduados de la Universidad Autónoma Chapingo y la Universidad Autónoma de Chiapas.
Distintos botánicos y zoólogos le han dedicado al menos 15 especies biológicas, entre ellas: la lagartija Heloderma horridum alvarezi, la hermosa tángara rayada Piranga bidentata alvarezi; la endémica lagartija insectívora Lepidophima alvarezi; la mariposa del Soconusco y Sierra Madre de Chiapas Dismorphia crisia alvarezi.
Además, el diminuto insecto Cola de Resorte que regula el suelo y degrada la materia orgánica Troglopedetes toroi, la salamandra endémica de Jitotol Nototriton alvarezdeltoro, y la orquídea endémica de la meseta central de Chiapas y la Sierra de Tres Picos, de Oaxaca, Epidendrum alvarezdeltoroi.
