En el Día Mundial de las Aves Playeras inicia su conteo en todo el mundo
Entre las 1,096 especies de aves nativas y migratorias que se despliegan por los cielos de México, las costeras conforman un interesante y variado grupo de voladoras acuáticas de las más diversas formas y tamaños: el playerito menor (Calidris minutilla), de apenas 15 centímetros de largo, comparte territorio con el picolargo americano (Numenius americanus) de 58 cm, pero también con los chorlos, ostreros, avocetas, monjas, jacanas, alcaravanes y playeritos.
El territorio mexicano brinda alimento y sitios de descanso a 49 especies de aves que anidan en regiones subárticas y del norte de Estados Unidos, pero durante el invierno boreal viajan hacia Centro y Sudamérica, entre ellos enormes grupos de playeros que llegan a Guerrero Negro, en Baja California, o a distintos humedales, principalmente de las costas del noroeste, por parvadas de cientos de miles, como el playerito occidental (Calidris mauri).
Una de las regiones más importantes de México para las aves playeras es una franja de 3 mil kilómetros de litoral, desde Baja California hasta Nayarit, pasando por Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, a donde llega más de un millón de aves acuáticas para disfrutar de planicies lodosas, playas arenosas, salitrales, costas rocosas, zonas riparias y ambientes artificiales.
Dos de las especies que llegan a Baja California se encuentran en la categoría de peligro de extinción: el ostrero americano del Pacífico (Haematopus palliatus frazari) y el playero rojizo del Pacífico (Califris Canutus roselaari), con 2,700 y 8,500 ejemplares, respectivamente.
México participa en la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, la estrategia de conservación internacional que busca conservar estas especies y sus hábitats mediante un conjunto de sitios clave en todo el continente americano, donde cuenta con 90 sitios en 13 países, de los cuales 17 (19%) están en México y 12 (13%) de ellos en el noroeste.
Además, de los 12 humedales de la Red, ocho son Áreas Naturales Protegidas, cuatro son Reservas de la Biosfera, tres son Áreas de Protección de Flora y Fauna, y uno, santuario. Además, 11 de los sitios están incluidos entre las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves y los 12 son Sitios Ramsar.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas desarrolla desde 2012 el Programa de Monitoreo Biológico de Aves Playeras en el Noroeste de México con el fin de evaluar el tamaño de las poblaciones invernales de estas especies, identificar posibles amenazas y sentar las bases para determinar las tendencias poblacionales. Cuatro de estas son especies comunes en el noroeste: playero pihuihui (Tringa semipalmata), ostrero americano (Haematopus palliatus), chorlo nevado (Charadrius nivosus) y monjita (Himantopus mexicanus).
Las aves juegan un papel importante como indicadoras de cambios ambientales. Hay evidencias de que las aves playeras responden de manera sensible a variaciones ambientales lo cual aumenta la relevancia del monitoreo de este grupo de aves en una era donde el cambio climático es una preocupación creciente.
